Seguramente un país cuyo sistema fiscal guarda más parecido con el de una república bananera que con el de un moderno estado europeo se merezca el que sus cuentas públicas sean imposibles de cuadrar. Quizá los disciplinados ciudadanos alemanes y sus políticos tengan sobrados motivos para irritarse por esta inútil sucesión de rescates que el país heleno viene necesitando y acaso no les falten razones incluso para haber llegado a proponer a los descendientes de Pericles esa solución un tanto esperpéntica de poner en venta alguna de sus múltiples islas.
Pero Grecia, además de todo eso, es ahora mismo la excusa por excelencia a la que los mercados recurren para tirar hacia arriba o hacia abajo de las cotizaciones. Entre el Grecia se hunde y el Grecia aún podría salvarse parecen discurrir los motivos que mueven a los precios en el día a día.
Técnicamente, el hueco bajista dejado en noviembre del año pasado ha sido capaz, una vez más, de frenar este nuevo intento de reconstitución alcista. Sin embargo, este fallo alcista no ha dado lugar a un significativo derrumbe de la cotización, que sigue manteniéndose a una distancia prudencial de esa resistencia.
Y precisamente ahí radica el estado de la cuestión en el corto plazo: mientras el Ibex aguante en las cercanías de esa banda amarilla que marcamos en nuestra gráfica de cabecera, cabrá especular con un futuro movimiento al alza. Si, por contra, la sucesión de mínimos relevantes crecientes que a duras penas se dibuja desde diciembre acabara por sucumbir, la zona de los 7.600-7.900 puntos serían el más que probable destino para el índice patrio.
Seguiremos los acontecimientos.
pues yo creo que le espera una leche al ibex de aquí te espero, fundamentalmente por la banca, telefónica y las constructoras que van a seguir a la baja jeje
Pues vaya gracia verdad,no se la veo por ningún sitio jeje
¿Gracia? Como no te expliques mejor, …