Los precios se mueven describiendo tendencias, las cuales quedan habitualmente reflejadas gráficamente mediante el respeto de directrices que siguen el sentido de dicha tendencia. Según la fecha de nacimiento de esas directrices que se vienen respetando y que guían a la cotización, podemos hablar de una tendencia establecida en el largo, medio y corto plazo.
Cuando un valor respeta las directrices que tiran del precio hacia abajo en todos los plazos temporales, puede concluirse, sin temor a equivocarse, que estamos ante un valor bajista con mayúsculas.
Gamesa y Sacyr Vallehermoso son, desde luego, dos buenos ejemplos de lo que acabamos de exponer. Tanto es así que, siguiendo el código de colores que usamos en este blog, se nos hace imposible, por mucho empeño que pongamos, dibujar una sola línea azul o verde.
Podríamos entrar en detalles numéricos y establecer las resistencias horizontales más cercanas para la cotización en ambos títulos. Pero no creemos que haga falta decir que Gamesa podría rebotar hasta la zona de los 7,60 euros y seguir siendo un valor endémicamente bajista, o que otro tanto ocurriría en Sacyr Vallehermoso aunque en un futuro consiguiera llegar hasta los 4,80 euros.
En títulos con caídas tan pronunciadas y prolongadas los rebotes son algo habitual, y recientemente hemos tenido un ejemplo de ello en Gamesa. Pero no es nada conveniente dejarse llevar por esas euforias puntuales y es mejor dejar correr la gráfica. Si, finalmente, se produce un cambio de tendencia, tendremos ocasión de darnos cuenta de ello. El primer euro, que lo gane otro.
Pues yo creo que el caso de Gamesa es muy distinto al de Sacyr. Sin ser tan técnico y saliendo del mundo de las gráficas y las tendencias, lo cierto es que el sector de Gamesa es, a nivel global, muy muy prometedor. Gamesa tiene una buena situación financiera, y con el respaldo accionarial de Iberdrola. Por otra parte su tecnología es hoy por hoy puntera. La cotización actual está ya cerca de la mínima histórica, cuando la empresa salió a Bolsa y el cálculo sobre su valor es bastante objetivo, sino bajista. También tiene en el horizonte un futuro prometedor en parques eólicos en alta mar.
Tiene escollos en el camino como una penosa regulación ene España, pero esto es algo circunstancial, que tarde o temprano se aclarará.
Peor podría ser la creciente competencia, pero quizás a los inversores no les venga mal por una posible OPA…