Siempre es poco aconsejable, por la dificultad añadida que entraña, la apertura de posiciones que vayan en contra de la tendencia imperante en un determinado activo. Sin embargo, y en estrictos términos de muy corto plazo, la gráfica del oro parece estar invitándonos a la apertura de cortos.
La pérdida hace unas horas de la cota de los 1.800 dólares, cruzando con ello a la baja las líneas que se marcan en la serie adjunta, podría interpretarse como la confirmación de una pauta bajista en forma de hombro-cabeza-hombro, con proyecciones teóricas para el precio en la zona de los 1.680 dólares.
Curiosamente, ese nivel de precio que marcamos como proyección bajista coincide con la banda de soporte dejada tras el gran hueco alcista dibujado en agosto (banda amarilla en el gráfico) y que cotiza entre los 1.665 y 1.685 dólares.
Puede haber llegado el momento de intentar unos cortos por parte de aquéllos que operen en este derivado.