Hace ya mucho tiempo que comprendí que era físicamente imposible estar en todo. Intentar coger los movimientos nada más empezar es algo que escapa a mi limitada humanidad y que, en no pocas ocasiones, puede generar pérdidas considerables. Un buen método para paliar estas limitaciones es el de esperar el momento adecuado para entrar en busca del segundo impulso alcista (o bajista, según el caso). Y Ence es un valor que se encuentra ahora mismo en esa tesitura.
El rebote desde los mínimos en los 5,10 euros no sólo ha sido contundente en lo que a rentabilidad se refiere, sino que ha venido acompañado de un considerable aumento en el volumen, dato nada despreciable. La directriz bajista primaria ha servido como punto en el que el movimiento ha iniciado una lógica corrección, con volumen a la baja.
No hagáis mucho caso al canal azul que se marca. Lo verdaderamente importante, y la premisa que nos haría entender producida la señal de entrada en el valor, vendría con la superación solvente de esa directriz bajista, acompañada de un aumento en el volumen. Ahí nos la jugaríamos a subirnos a ese segundo impulso del que hablamos, con la vista puesta en los 7,50 euros primero y un euro más arriba después.
Por supuesto, podría producirse esa rotura y acabar siendo falsa, con lo que nos tocaría aceptar nuestro error y ejecutar el stop, el cual debería colocarse en el mínimo relevante previo al reinicio del nuevo impulso y que bien pudieran ser los 6,10 de ayer.
