Abundan poco los valores alcistas en todos los plazos en nuestro mercado. Si uno de esos elegidos es además uno de los escasos blue chips que habitan en nuestra bolsa, no hace falta exponer más motivos para centrar nuestra atención sobre el título en cuestión. Y el bienaventurado no es otro que Repsol.
La gráfica semanal nos dice que aún le quedaría recorrido alcista al precio, antes de encarar la resistencia que supone el techo de ese amplio canal que delimitan las líneas azules. La gráfica diaria concreta más los términos y nos habla de una cotización metida de lleno en un proceso de aceleración alcista, aceleración que viene guiada por ese canal de líneas verdes.
Pero la serie diaria nos lanza otro mensaje que conviene tener presente: el precio podría corregir hasta llegar al encuentro de la línea azul inferior, directriz nacida con los mínimos de mayo del año pasado, y seguir siendo un título alcista. Dicho con números, la cotización podría corregir hasta las cercanías de los 20 euros, sin que ello supusiera un drástico empeoramiento del aspecto técnico de medio plazo.
Y eso, en el fondo, entraña un peligro latente y un toque de atención para las posiciones compradoras que se hayan podido abrir en su momento. Toca, por tanto, vigilar las plusvalías, por si los índices bursátiles de allá y de acá deciden profundizar en la corrección, arrastrando con ello a Repsol camino de la directriz mencionada en el párrafo anterior.
Para los operadores del corto plazo, en cambio, Repsol, mientras la gráfica intradiaria no diga lo contrario, es un título alcista y, por tanto, especialmente idóneo para el trading comprador. Cada retroceso a zonas de soporte relevante en el corto plazo abre la posibilidad de comprar con stop cercano al más mínimo síntoma de vuelta al alza. Y es que el cortoplacista ha de especular siempre, y mientras no haya argumentos técnicos en contra, tomando como base la continuidad de la tendencia imperante. Un cortoplacista no ha de plantearse si esa aceleración alcista que hemos comentado va siendo ya demasiado vertical. Ya habrá momento de cerrar largos cuando se den los primeros síntomas de debilidad en las distancias cortas.
Y esos primeros síntomas de debilidad no estarían presentes, en nuestra opinión, mientras no se vieran cierres diarios por debajo de los 23 euros (22,90 para ser más exactos). Hasta que esa premisa no se viera cumplida, la continuidad alcista sigue siendo el primer escenario.
