Las comparaciones son odiosas, pero en ocasiones pueden aportarnos una información adicional nada despreciable. Mientras la moneda japonesa se muestra incapaz de recoger en su cambio con el Dólar estadounidense los supuestos efectos bajistas que la anunciada devaluación de mediados de septiembre debería haber tenido, sí se aprecia en cambio cierta debilidad en su cambio con el Euro.
Sin embargo, mucho nos tememos que esto sea fruto más de la fortaleza que últimamente demuestra la moneda europea en su cambio frente a las principales divisas que de una supuesta debilidad del Yen.
Tanto es así que, si comparamos las series del cambio Euro/Dólar con la del Euro/Yen en el corto plazo, resulta fácil comprender el sentido del título que hemos elegido para este artículo. Efectivamente no se puede negar el alcismo presente en la serie que ahora nos ocupa, e incluso el cambio ha logrado superar la resistencia horizontal que mencionábamos en un análisis anterior en gráfica diaria. Pero a esa rotura le falta aún la necesaria solvencia y en el aire flota cierto tufillo a que, cuando el Euro tenga que corregir la verticalidad de las alzas de estas últimas semanas, la fortaleza de fondo del Yen volverá a aparecer también en su cambio con la moneda europea.
Hay mucho de elucubración en lo expuesto, aunque no gratuita, así que vamos a esperar acontecimientos y a vigilar y proteger con stops ajustados los largos que podamos tener en el Euro/Yen. En nuestra opinión, toca seguir con esos largos mientras el par no pierda con claridad la zona de los 113,90 yenes.
