Desde que a finales de julio la divisa europea jugara peligrosamente con la posibilidad de perder los 1,20 dólares, todo ha sido subir y subir. Que el corto plazo es alcista en el Euro/Dólar es, pues, una realidad incuestionable. Y si esa tendencia alcista de corto plazo se desarrolla describiendo perfectamente sucesivas líneas de soporte y resistencia, como es el caso, mejor que mejor, sobre todo por lo que atañe a la operativa.
Comprar en cada apoyo en esas directrices alcistas que se marcan en la gráfica adjunta, al menor síntoma de vuelta al alza, y vender en las proximidades de los techos de esos canales que se dibujan al más leve síntoma de debilidad. Esa sería la receta perfecta para operar estos días en el Euro, perfecta aunque no siempre fácil de llevar a la práctica.
Anda el mercado muy pendiente de la reunión del Banco Central Europeo de mañana jueves, tanto que no nos extrañaría que su influencia final en las gráficas no fuera tanta como la que en principio pudiera esperarse.
Puestos a elucubrar, si los operadores hacen una lectura positiva de lo que se diga, el Euro podría dirigirse hacia la parte alta del canal que definen las líneas azules en la serie adjunta, techo que no se visita desde comienzos de agosto. Si, por contra, la lectura es negativa, la línea verde inferior primero y la azul después podrían ser los lógicos destinos para el cambio Euro/Dólar. Un escenario en el que el Euro/Dólar campase por debajo de esa directriz alcista azul certificaría el final del movimiento al alza iniciado en la sesión del 24 de julio.
Seguiremos los acontecimientos.