Nunca se insistirá lo bastante en esta idea: en bolsa, lo que verdaderamente cotiza no es un buen presente, sino la expectativa de un futuro prometedor. El verdadero motor de los precios no es la realidad actual, por muy positiva que pueda ser. Las cotizaciones se mueven en función de lo halagüeño que se presente lo que está por venir.
Hoy un valor de gran capitalización, miembro del Eurostoxx 50 y alemán para más señas, nos ha dado otra muestra de ello. La eléctrica E.ON ha publicado resultados trimestrales esta mañana, triplicando las ganancias. Sin embargo, la entidad alemana ha reconocido que no alcanzará los objetivos fijados para el ejercicio 2013 y ello ha bastado para que el título haya abierto la sesión con un espectacular hueco bajista y pierda a estas horas cerca de un diez por ciento.
Son, desde luego, palabras mayores. Un título del Eurostoxx 50 perdiendo en pocas horas un diez por ciento de su capitalización bursátil. No es que el sector de las utilities en general y E.ON en particular disfrutaran hasta hoy de un aspecto técnico especialmente saludable; pero no me negarán que el castigo que está recibiendo se merece este artículo.
Técnicamente, como siempre ocurre en estos casos, ese tremendo gap bajista ha dejado ya marcada a fuego en el gráfico una resistencia para futuras recuperaciones en la superación de los 16,55 euros. Si esa directriz alcista que marcamos (línea azul en la gráfica adjunta) no aguantase en lo que queda de sesión o en las posteriores, en los 14 euros cotiza un soporte horizontal. Más abajo, los mínimos de 2011 esperan.
