Cuando una resistencia se ha mostrado especialmente eficaz a lo largo del tiempo en el desempeño de su trabajo como freno para la cotización, una vez superada, los papeles deben intercambiarse y lo que una vez fue una obstinada barrera pasa a convertirse en un fiable y relevante soporte para futuros retrocesos.
Es esta una de las máximas indiscutibles para cualquier seguidor del análisis técnico y además, así nos lo demuestra día a día la experiencia acumulada, una de las reglas chartistas que mejor se comportan y que en más ocasiones se cumple.
Tras el repaso teórico, pulsen sobre la gráfica acompañada y comprueben cómo el contado del Eurostoxx 50 hizo buena esta norma hasta en tres ocasiones una vez superada esa directriz bajista roja que marcamos en el gráfico. Más recientemente, la barrera superada ha sido esa línea naranja que cotizaba en los alrededores de los 2.600 puntos. Y precisamente en esa cota se encontraba el límite de lo aceptable para el violento retroceso vivido estas últimas semanas.
De momento, podemos observar dos apoyos claros en este soporte. Queda por ver si el contundente rebote de hoy tendrá continuidad en próximas sesiones, haciendo buena una vez más la regla que sirve de motivo a este análisis. Desde luego, si vamos a retomar las alzas tras este susto pasajero, debería ser aquí.
Seguiremos los acontecimientos.
