Al encargado de dar los resultados trimestrales de Vivendi (Código ISIN FR0000127771) el pasado uno de marzo no se le ocurrió otra cosa que decir que la compañía preveía un 2012 y 2013 más difíciles que 2011, que tampoco había sido para tirar cohetes. La sinceridad, en ocasiones, no es adecuadamente recompensada. Reconocer que la creciente competencia en el mercado francés de la telefonía móvil y la difícil situación en general de los medios de comunicación lastraría sus cuentas futuras bastó para dejar en la gráfica de la cotizada ese tremendo hueco bajista que marcamos con una banda amarilla en la serie adjunta.
La posterior recuperación de los precios se topó con la resistencia dejada por el gap bajista, dedicando la cotización buena parte de estos últimos meses a exhibir su impotencia para dejar atrás esa barrera horizontal.
Como suele suceder cuando un precio se muestra incapaz de superar una resistencia de forma reiterada, lo que ha acabado por ocurrir ha sido la pérdida del soporte que suponía esa directriz alcista nacida con los mínimos de mediados de mayo. En los alrededores de los 14,40 euros se encuentra ahora el soporte más cercano. Quizá por ahí pare la cosa.
