Dejando a un lado los positivos pasos dados en términos tendenciales por el Euro en su cambio respecto al Yen, centramos hoy nuestra mirada en el corto plazo, ese en el que habitualmente se mueven los operadores en divisas y que poco o nada tiene que ver con las inquietudes que mueven a los poseedores de hipotecas multidivisa a interesarse por el devenir del Euro/Yen.
El código de colores que habitualmente utilizamos en nuestros gráficos es suficientemente expresivo a la hora de diagnosticar el estado de la cuestión en el corto plazo. El cambio respeta y cotiza por encima de las líneas azul y negra que se marcan en la gráfica adjunta (pulsa sobre la misma para obtener una vista detallada), por lo que la tendencia imperante no es otra que la alcista. Sin embargo, en el muy corto plazo, son esas líneas rojas las que vienen guiando al par por el sendero de la corrección.
El espacio disponible en la serie entre la línea roja superior (bajista de muy corto plazo) y la directriz alcista azul es cada vez menor, por lo que en poco tiempo saldremos de dudas acerca de cuál de las dos se lleva el gato al agua. En cualquier caso, a nuestro entender, el nivel clave en el corto plazo se encuentra en la zona de los 123 yenes (línea negra). Hasta ese punto llegaría el nivel aceptable de la onda correctiva. Por debajo, el aspecto técnico sufriría un deterioro considerable y los cortos pasarían a ser probablemente la mejor opción operativa en la paridad.
Seguiremos los acontecimientos.
