No es noticia a estas alturas decir que Gamesa, en otro tiempo una de las perlas de nuestro Ibex 35, es un valor tremendamente bajista en todos los plazos. Lo novedoso, y lo que esperan miles de pequeños inversores atrapados en el título, sería oír al analista decir que la cotización ha tocado fondo y que ya no queda otro camino por recorrer que el de la recuperación alcista.
Pero en la bolsa, como en la vida, las cosas no siempre son como nos gustaría que fueran y la realidad (en este caso el mercado) acaba imponiéndose. Desconocemos cuáles puedan ser los motivos de fondo para un castigo tan acusado sobre la compañía. Algunos todavía recordamos aquellos tiempos, no muy lejanos, en los que se nos cantaban sus excelencias: su cartera de pedidos repleta para los años venideros, su expansión internacional, su perfecta administración, … Todo aquello parece haber pasado al olvido.
El corto plazo de la serie, desde el punto de vista técnico, tampoco aporta nada novedoso. Tras varios intentos fallidos de superar la resistencia horizontal que cotiza en los 5,65 euros (línea naranja en el gráfico adjunto), el precio ha recordado que debía rendir pleitesía al techo de ese canal bajista que conforman las líneas rojas. Justo los 5,30 euros en los que hoy se ha firmado el cierre cotiza el soporte horizontal más cercano. Si esa cota cae en días venideros, los 5,10 euros son la siguiente trinchera alcista en el muy corto plazo. Si este nivel también sucumbiera, la parte baja del canal bajista de líneas rojas ejercería todo su poder de atracción sobre el precio.
Estamos convencidos de que en algún momento el valor deberá enfrentar la tarea de poner a prueba la virtualidad como resistencia de la banda de precio dejada por el gran hueco bajista del 30 de julio, en la zona de los 7,50 euros. Pero antes deberíamos ver algún síntoma de fortaleza que pudiera indicarnos el inicio de tal tarea. Sea como fuere, ésa no es la noticia a día de hoy.
Seguiremos los acontecimientos.