Decir que Gamesa es seguramente el valor más empedernidamente bajista del Ibex 35 no es descubrir nada nuevo. Afirmar que cualquier estrategia que apueste por un sentido contrario al que marca la tendencia instaurada en los precios es añadir un plus de dificultad a la operación tampoco es algo que deba sonar a chino a nuestros lectores.
Pero a veces toca ser lo más asépticos que se pueda y limitarse a dejar constancia de lo que ocurre en las gráficas. Y no me negarán que el dibujo realizado por Gamesa, en la serie intradiaria de corto plazo, desde mediados de septiembre para acá tiene todos los predicamentos para ser considerado como una pauta de vuelta alcista en forma de hombro-cabeza-hombro invertido, pauta cuya confirmación se produjo con la superación al alza de la línea naranja (clavicular de la formación) y con una proyección teórica para la cotización en la zona de los 4,25 euros. Sólo faltaría saber si ya se puede dar por hecho el pull back a la clavicular o aún toca ver un retroceso mayor.
La evidencia está ahí, como lo está la tendencia bajista de fondo. Ahora queda en manos de cada uno encontrar o no la fe necesaria para creer que el precio conseguirá en el corto plazo sus objetivos.