General Electric es hoy un conglomerado metido de lleno en multitud de sectores. Y, viendo el comportamiento de la cotización estos últimos años, parece evidente que la parte financiera de esa amplísima tarta es la que más pesa en el ánimo de los inversores.
La recuperación iniciada con los mínimos de 2009 encontró su techo en febrero de este año. Los reiterados encuentros del precio con la directriz bajista primaria (línea roja en la serie adjunta) dieron buena cuenta de la impotencia del título para superar esa resistencia dinámica.
Lo que vino después fue la pérdida de la directriz alcista (línea azul inferior) que venía guiando la recuperación, llevando a la cotización hasta la zona de soporte relevante que cotiza entre los 13,85 y los 14,50 dólares. Esa banda amarilla que se marca en la gráfica, nacida de un hueco alcista de septiembre de 2009, constituye la frontera que separa una simple corrección de un peligroso deterioro del aspecto técnico del valor.
Cualquier compra especulativa que se realizara en el título, y no es precisamente el valor que recomendaríamos en el mercado americano, debe tener como inexcusable stop inicial de protección la pérdida en cierres semanales de los mencionados 13,85 dólares.
Por arriba, quizá en próximas semanas veamos nuevamente al precio enfrentar esa bajista nacida con los máximos de 2007. Será entonces un buen momento para volver a valorar la situación.