A mediados de mayo llamámabos la atención sobre la indecisión que presidía el escenario técnico en varios valores nacionales, indecisión que venía representada por el dibujo de velas de onda alta en la gráfica semanal. Uno de aquellos títulos era Grifols y los máximos de su vela de onda alta en la zona de los 14,50 euros nos decían que por allí había una zona de control que bien pudiera actuar como resistencia horizontal para la cotización.
La vela dejada la semana pasada, además de dar cierto aire a una segunda vela de onda alta, ha hecho buena esa resistencia que cotiza en los 14,50 euros.
Ambas velas han venido acompañadas de un significativo incremento en el volumen. Para los que no necesitamos de fórmulas matemáticas, léase indicadores, que nos avisen de tal o cual proceso, la pregunta está ya sobre la mesa: ¿estamos asistiendo a un proceso de distribución en Grifols, previo a un tramo correctivo de cierto calado?
Desde luego, si en próximas semanas se produjeran cierres por debajo de la cota de los 13,15 euros, yo apostaría por la distribución como primera opción, comenzando a mirar hacia el suelo de ese canal que definen las líneas azules como posible destino para el precio. De momento, y mientras esa premisa no se materialice, simplemente tenemos a cierto insecto díptero detrás del aparato auditivo. Volumen alto en zona de máximos relativos y dos velas de onda alta en pocas semanas son algo que debe tenerse en cuenta.
Si, por contra, el precio batiera al alza con decisión esa zona de los 14,50 euros, no habría resistencias dignas de mención hasta un euro más arriba.
Estaremos atentos al desarrollo de los acontecimientos.