A perro flaco todo se le vuelven pulgas. Ahora resulta que esos sesudos y bien pagados ejecutivos de HP no echaron demasiado bien las cuentas a la hora de comprar Autonomy. La broma le va a salir a la multinacional tecnológica por casi 9.000 millones de dólares, y, según cuentan, todo pudiera deberse a irregularidades contables por parte de los anteriores gestores de Autonomy. Aunque tampoco podrán decir mucho más aquéllos a los que se les encargó la auditoría previa a la compra.
Sea como fuere, estas cosas siempre, o casi siempre, le ocurren a valores cuya tendencia en bolsa ya demuestra lo poco que la compañía gusta a los inversores. Mientras el sector tecnológico no ha parado de subir desde que se hicieran mínimos en la primavera de 2009, llegando incluso a superar los máximos de finales de 2007, HP se encamina peligrosamente hacia los mínimos de 2002 en la zona de los 10,75 dólares. La caída libre histórica ya estaba peligrosamente cerca y todo este turbio asunto del error contable la ha puesto a tiro de piedra.
Un claro ejemplo más del poder del precio sobre la contabilidad. La tendencia nunca se equivoca.