Mientras gran parte del mercado ha necesitado acercarse a los mínimos de finales del año pasado, Iberdrola ha sido capaz de mantener una distancia prudencial con los mismos. En el fondo, esto no es más que un síntoma de una cierta fortaleza alcista en el corto plazo.
Lleva la segunda mitad de enero sesteando en el interior de ese canal verde, formación que habrá que vigilar, ya que una ruptura de la misma en uno de los sentidos podría lanzar al precio con cierta violencia hacia arriba o bien hacia abajo.
La unión de la línea azul inferior y de la línea de pivot roja constituyen el soporte dinámico que el precio no debería perder en ningún caso para que el precio no pasara a ser bajista en el corto plazo.