Dentro de los blue chips nacionales, Iberdrola ocupa un puesto de honor en el corto plazo. La sucesión de máximos y mínimos crecientes sigue intacta desde que a finales de julio pasado se iniciara el movimiento al alza vivido por la generalidad del mercado. Ha logrado superar las sucesivas resistencias que se ha encontrado en el camino y en la serie pueden apreciarse varias directrices alcistas que sirven de soporte a la cotización.
Todos estos síntomas, en definitiva, lo que nos están diciendo es que estamos ante un valor alcista en el corto/medio plazo, que no es poco.
Superada la directriz bajista nacida hace algo más de un año (línea roja en la gráfica que se acompaña) ha sido la zona de los 4,30 euros (línea negra) la que ha detenido a los precios estos últimos días. Ese nivel de precio horizontal pivota respecto a la cotización asumiendo alternativamente el papel de soporte o resistencia según sea el sentido de procedencia de los precios.
Para los que usamos gráficos sin ajuste por dividendo, el reciente descuento de 0,14 euros brutos ha venido justo a coincidir con el enfrentamiento de esa resistencia horizontal de los 4,30 euros. ¿Casualidad? Puede ser, aunque nosotros preferimos verlo como un paso atrás en el intento de superar esa barrera, en busca de apoyo en alguna zona de soporte cercana, para desde ahí iniciar el asalto definitivo a la resistencia.
Seguiremos los acontecimientos.