Si en el año 2008 el valor llegó a fluctuar entre los máximos marcados en la zona de los 6,30 euros y los mínimos en los 2 euros, estos últimos meses la cotización ha decidido estrechar su recorrido, al igual que hiciera no hace mucho en la zona que delimitaban los 3 euros por abajo y los 3,50 por arriba.
Menos sustos para los accionistas, pero también menos atractivo para la operativa, sobre todo cuando, no lo debemos olvidar, estamos en presencia de un título eminentemente bajista, lo que hace que cada período de lateralidad nos haga sospechar de que estemos en la antesala de un nuevo tramo a la baja.
Técnicamente, aparece una clara zona de soporte en los alrededores de los 2,25 euros (línea azul en el gráfico adjunto) y una directriz bajista primaria (línea roja) aún vigente, cuya solvente superación tiene el precio en tareas pendientes. Si bien una eventual superación de dicha directriz bajista pudiera servir como motivo para las compras, considerando que estamos ante un valor muy bajista, nosotros le pediríamos una prueba adicional a dicho evento, caso de que finalmente se produjera.
Esa prueba del nueve, y la premisa que entendemos por aquí como necesaria para que un operador seguidor de tendencia se anime con las compras, pasa por la superación solvente y en cierres semanales de los 2,90 euros (línea marrón).