Corren malos tiempos bursátiles para una empresa a medio camino entre el sector eléctrico y el de las energías renovables. Y esos malos tiempos se reflejan convenientemente en la gráfica, ya sea la diaria (serie de la izquierda) o la de corto plazo intradiaria (serie de la derecha).
Iberdrola Renovables es bajista en todos los plazos, o al menos lo es en los plazos que por aquí consideramos como los únicos en los que merece la pena estar en bolsa, a saber, el corto y el medio plazo. Pobre argumento nos parece el de afirmar que el título no anda por debajo de los mínimos históricos.
Los gráficos que acompañamos al análisis son de los que necesitan poca explicación. No hay motivo técnico alguno, por mucho que queramos retorcer el análisis, para afirmar a día de hoy que estamos ante una oportunidad de compra. Y, si oyen a alguien decirlo y fundamentarlo con supuestos análisis técnicos, háganse un favor y dejen de leer al analista de turno.
No tengo nada más que decir, empiezo a tener cierto complejo de haberme convertido en el azote cibernético de todos aquellos inversores que tienen su dinero depositado en compañías dedicadas a las energías alternativas.