Nunca se baja, ni se sube, en vertical. Esto, algo que está fuera de toda duda, es precisamente lo que genera que toda tendencia tenga sus rebotes o, dicho más técnicamente, sus movimientos de reacción contrarios a la tendencia.
Por definición, no implican un cambio de la tendencia previa y sólo generan una limpieza en la misma (otros lo llaman relajar indicadores) antes de seguir con el camino previo. Distinguir entre un simple rebote y un cambio de tendencia en toda regla es algo siempre dificultoso en sus orígenes y lo mejor que puede hacerse es fiar al mercado la decisión. Fijar determinados niveles de soporte o resistencia, según se trate de reacción bajista o alcista, y actuar en función de lo que ocurra con ellos.
En el caso que ahora nos ocupa, Iberia rebota desde soportes, tal y como se aprecia en el gráfico intradiario que traemos, pero debería superarse, al menos, la línea naranja para entender que esto irá más allá. Incluso hasta no ver cierres por encima de los 2 euros, los máximos y mínimos descendentes en el muy corto plazo seguirían sin verse afectados.
