Una inocente mariposa bate sus alas en la selva malaya y, tras una serie de concatenaciones, los mercados de las materias primas se disparan. Un volcán erupciona en una isla lejana y todo un continente se queda durante días sin navegación aérea. Una vez más, el efecto mariposa nos recuerda lo expuesto que nuestro modo de vida sigue estando a los caprichos de la naturaleza.
Sea por el vuelo de los simpáticos lepidópteros, sea por el vuelo de las cenizas volcánicas, lo cierto es que una compañía dedicada también a volar, como es el caso de nuestra Iberia, anda recogiendo esta mañana su particular efecto colateral, poniéndola al frente de las caídas en nuestro Ibex 35.
La verdad es que, técnicamente, el valor estaba pidiendo a gritos una corrección que saneara la tendencia y que hiciera bueno ese triple cruce de techos que marcamos en el gráfico.
Está por ver hasta dónde podrá llegar el aleteo de los bajistas. Lo único claro, de momento y a estas horas de la mañana, es que hoy ha nacido una resistencia horizontal para futuras recuperaciones en la superación en cierres de los 2,57 euros, barrera que sumar a la de los 2,66 euros que naciera el viernes pasado.
Seguiremos los acontecimientos.
