Nuestra visión cortoplacista del índice director de la bolsa española comienza con las caídas de principios de enero, cuando la cotización andaba luchando por encaminarse hacia los 10.000 puntos. El regalo de Reyes no fue otra cosa que una sostenida bajada que llevó al Ibex sin descanso hasta los 8.000 puntos.
Por esa zona, el precio se encontró con soportes relevantes en el medio plazo, visibles en gráfico diario. Desde ese toque a los 8.000, el índice intenta recomponerse al alza, en cuyo empeño viene dibujando una típica formación de triángulo.
Que el triángulo formado por la línea azul inferior y la naranja sea de consolidación y previo a nuevas bajadas, o que desde el mismo nos volvamos a ir al ataque de los 10.000 puntos es algo que está por decidir.
Como quiera que estamos haciendo un análisis cortoplacista, mejor ir paso a paso. Y para ello, señalamos las resistencias que el precio encontrará por arriba, y que cotizan en cierres por encima de los 8.680-8.700 puntos, la superación de la línea azul superior y, por encima de todas, en cierres que superen los 9.200 puntos.
Por abajo, la clave en el corto plazo radica en el mantenimiento de esa base del canal azul y, sobre todo, en no perder los 8.000 puntos en cierres.
Seguiremos los acontecimientos.
