Ni en el gráfico semanal, ni en el horario, se encuentran aún motivos que nos puedan animar a creer en un cambio de tendencia. Los bajistas dominan el mercado en todos los plazos y, por el momento, no dan síntomas de debilidad. Sin embargo, el nivel de los 8.000 puntos en el corto plazo y esa línea directriz nacida en 2.002 en el largo plazo nos permiten elucubrar con una hipotética parada de las caídas. Un soporte sigue valiendo mientras no se pierda, pero también es cierto que un precio en soporte no siempre es razón suficiente para comprar. La lógica nos dicta como más prudente ver primero a la cotización al menos amagar la vuelta al alza. Como siempre, se admiten opiniones al respecto.
