Se abre el telón bursátil y comienza una nueva semana para el Ibex 35, una semana en la que los alcistas deberán hacer bueno el apoyo producido en esa zona de doble soporte que detuvo las aceleradas caídas iniciadas con los máximos de finales de enero.
La conjunción de la directriz alcista azul que se marca en la gráfica adjunta y de esa línea roja que fuera superada a mediados de diciembre ha propiciado una parada, ahora sólo falta comprobar si desde ahí retornarán las alzas o si, por el contrario, esto no ha sido más que un descanso previo a nuevas caídas.
Tal y como decíamos no hace mucho en referencia al contado sobre el índice patrio, será la zona de los 8.365 puntos la que nos dé la pista definitiva sobre la bondad de este rebote. Si esa cota se supera de forma solvente y en cierres, podríamos dar por finalizada esta vertical corrección. Mientras eso no suceda, seguirá flotando en el ambiente el aroma de la desconfianza y la posibilidad de retomar las bajadas continuará siendo una amenaza latente para el corto plazo.
Y mientras Europa corrige, la bolsa de Nueva York vive momentos alcistas. Está claro que los mercados de un lado y otro del Atlántico llevan un tiempo con el paso cambiado. Cuando las bolsas del Viejo Continente subían con alegría, en el Nuevo Mundo los parqués se debatían entre las dudas por ese acantilado fiscal del que ya casi nadie parece acordarse. Ahora, como si no hubiera dinero en este mundo bastante para invertir en todos las bolsas a la vez, las ventas abundan en esta orilla y las compras han atracado en los puertos de ultramar.
El gráfico del cfd sobre el Dow Jones Industrial que acompañamos es bastante expresivo: en el corto plazo, esa línea roja que redondeamos en los 14.000 puntos es la resistencia que viene impidiendo que la alegría compradora se desborde. Por abajo, la zona de los 13.850 puntos es el soporte que no deja que sea la tristeza vendedora la que se adueñe del sentimiento del mercado.
Como siempre, la semana promete. Seguiremos los acontecimientos.