Si veíamos hace un rato cómo los índices directores de la bolsa americana se encontraban cómodamente instalados en el seno de los canales alcistas que guían el corto plazo, una vez terminada la corrección iniciada a mediados de febrero, no podemos decir lo mismo del Ibex 35 y del Eurostoxx 50.
Y es que nuestro Ibex, lastrado por el peso que en el mismo suponen BBVA y Santander, ha perdido con contundencia la directriz alcista equivalente a las vistas antes en el Dow Jones o en el S&P 500, mientras que no puede decirse que el Eurostoxx 50, que aún la conserva a las horas que escribimos este análisis, se encuentre demasiado cómodo.
La divergencia de fondo que nos separa de los mercados alcistas en el medio plazo tiene también su reflejo en las series cortoplacistas. Siguen, pues, plenamente vigentes los motivos que nos empujan a recomendar preferentemente la inversión en valores y bolsas que habitan más allá de los Pirineos o en la otra orilla del Atlántico. Es lo que hay.
Por poner algún número al análisis, anoten estos dos niveles en el Ibex 35: los 10.450 puntos como soporte y los 10.830 (línea naranja del gráfico adjunto) como resistencia.
