Se inicia octubre, un mes que tradicionalmente ha sido visto como tiempo de subidas bursátiles. Pero la historia de las pautas estacionales está tan repleta de excepciones que a algunos se nos hace difícil incluso creer que verdaderamente exista regla alguna en lo concerniente a la bolsa y que tenga que ver con el calendario.
Se inicia octubre y nuestro Ibex 35 tendrá por delante la difícil tarea de ahuyentar los fantasmas que esa vela mensual dibujada por septiembre ha dejado en el ambiente (véase detalle insertado en la gráfica diaria). Quizá los puristas no se atrevan a catalogarla como una estrella vespertina (evening star), pero a nosotros nos vale como tal. En cualquier caso, esa sombra superior alargada da idea de una pérdida de impulso alcista, al estar los máximos del mes considerablemente alejados del cierre. Si octubre confirma la formación con una vela claramente bajista, las dudas se disiparían.
En el más corto plazo, el tema del día se llama pull back. Visto lo visto, podemos aceptar que tanto el Ibex como el Eurostoxx 50 han dibujado sendos retrocesos a las directrices bajistas recientemente superadas. Incluso en el Ibex podríamos aceptar algo más de bajada, justo hasta llegar a esa zona de los 7.600 puntos (línea negra en la gráfica adjunta) que también constituyen una resistencia recientemente cruzada al alza.
Más allá de esa cota, no hay soporte fiable hasta los alrededores de los 7.200. Y, en cualquier caso, perdidos con contundencia los 7.600, el aspecto técnico se enturbiaría bastante en el corto plazo.
Me preocupa un archipiélago bajista (véanse las flechas que se marcan) dibujado por el Ibex. Esos huecos de apertura de sentido contrario han dejado en la zona de los 8.230 puntos una resistencia que deberá batirse en el futuro inmediato, si finalmente el índice quiere dirigirse hacia los 8.700 que constituyen el objetivo teórico de la pauta de doble suelo confirmada este verano.
Como ven, muchas dudas y no pocos miedos, como siempre ocurre en una serie bajista que intenta recomponerse al alza y en la que aún no está claro que el control del mercado haya cambiado de manos.
Seguiremos los acontecimientos.