Mientras nuestro Ibex 35 sigue cómodo en esa zona de los 11.800 puntos, a la espera de que el mercado se decida a enfrentar la cercana resistencia horizontal en la cota de los 11.950 puntos en precios de cierre, o bien haga de una vez buena la pauta bajista confirmada estos días en el muy corto plazo y con una proyección teórica en el nivel de los 11.600 puntos, el Eurostoxx 50 se encuentra cada vez más cerca de la directriz alcista nacida a mediados de marzo (línea azul del gráfico que acompañamos).
Lo cierto es que, dentro de un escenario general de alcismo sin matices, ambos índices podrían dirigirse a buscar la parte baja de los canales que definen las líneas verdes y ello no sería más que un movimiento lógico dentro de la lateralidad alcista que domina las bolsas europeas desde finales de agosto.
Sólo con la pérdida solvente de esos canales verdes comenzaríamos a barajar un cambio de escenario en el corto plazo, acaso por estar en ese caso en el comienzo de una corrección de mayor calado. Los niveles cuya pérdida harían saltar esas alarmas y que nos obligarían a incluir alguna línea roja en nuestros gráficos diarios de cabecera pasan por los 11.500 puntos del Ibex 35 y los 2.800 del Eurostoxx 50.
De no cumplirse estas premisas, la hipótesis más probable pasa por el hecho de que en cualquier momento el mercado reinicie las subidas en el seno de esos canales que hemos mencionado. Es más, acercamientos a la base de los mismos, sin llegar a perderlos, serían una inmejorable ocasión para la apertura de posiciones compradoras cortoplacistas.
Seguiremos los acontecimientos.
La cuestión es: ¿Hay motivos reales para ponerse bajistas? Hay motivos para pronosticar un deterioro en la recuperación económica global?
Francia y Alemania acaban de revisar al alza sus previsioens de crecimiento y Goldman Sachs lo mismo con el crecimiento global.
Un saludo,
penya.