Ibex 35. Y, sin embargo, sigo prefiriendo Wall Street

Ayer, cuando todos los telediarios nacionales vociferaban la histórica subida del Ibex 35, me tocó afrontar la complicada, por no decir imposible, tarea de hacer ver a un amigo, profano en esto de la bolsa, pero impresionado por las noticias, que, a pesar de todo, el mercado español seguía siendo bajista en el corto-medio plazo y que, en consecuencia, era mejor que reservara sus ahorros por algún tiempo, antes de aventurarse, por la impresión del momento, a hacer cartera con títulos nacionales.

He de confesar que la faena no fue fácil. Comencé, como no podía ser de otra forma, y por deformación profesional, por intentar hacerle ver el dibujo de un segundo impulso a la baja en gráfico diario y cómo el impresionante marubozu del lunes no había conseguido, ni mucho menos, invertir la secuencia de máximos y mínimos relativos decrecientes. Incluso le hice ver cómo la primera de las resistencias horizontales relevantes, la que cotiza en la superación en cierres de los 10.500 puntos, aún seguía vivita y coleando.

En vista de que los argumentos extremadamente técnicos caían en saco roto, pase a la ofensiva con el sentido común que se desprende de los gráficos. Si bien siempre es atractivo jugar a comprar justo en  lo que pudiera ser el principio de un cambio de tendencia, sólo cuando ese cambio es obvio en las series puede hablarse de motivos para comprar desde un punto de vista tendencial. Para alguien como él, ajeno al trading cortoplacista, comprar con la tendencia significa, en el caso de nuestro Ibex 35, comprar con la superación en cierres diarios (o mejor semanales) de los 11.550 puntos.

Estupefacto, lanzó la pregunta: ¿cómo es posible que haya motivos para comprar por encima de los 11.550 puntos y no los haya, en cambio, para comprar en los 10.000 puntos?

Buena pregunta, que se plantean incluso aquéllos que llevan años en los mercados. La respuesta es obvia: por encima de los 11.550 puntos el Ibex sería otra vez alcista y operaríamos entonces a favor de la tendencia. Comprar en los 10.000 es comprar más barato, pero sin la tendencia de nuestro lado. Nada impediría, teóricamente, ver al índice en un futuro más o menos cercano en los 8.000 puntos, momento en el que los inversores como él volverían a situar su punto de entrada en la superación de los últimos máximos relativos, seguramente bastante más barato y con la tendencia de su parte.

No sé muy bien si mis argumentos, algo genéricos y faltos de las necesarias matizaciones, omitidas para no complicar más el asunto, le llegaron o no. Se le veía algo pensativo, o quizá arrepentido de haber iniciado la conversación. Así que esgrimí mi última baza: le coloqué en la pantalla, una al lado de la otra, las series del Ibex y la del Dow Jones Industrial y le lancé la pregunta: si tuvieras que apostar por cuál de estos dos índices tiene más posibilidades de subir, ¿cuál eligirías?

Su lacónica respuesta fue un vale, tú ganas. Si las cosas se ponen feas, y si el S&P 500 pierde los 1.045 puntos o el Dow Jones los 9.835 puntos, estoy seguro de que el que ganará será, sin duda, él. No sé si tendrá tiempo de agradecérmelo, pero sí sé que, puestos a invertir en bolsa ahora mismo, mejor cruzar el Atlántico.