Rebotamos, era previsible. Ni se sube, ni se baja, de forma vertical. Todo movimiento, por muy violento que sea, necesita del consabido descanso. Distinguir entre un simple rebote, previo a nuevas caídas en el muy corto plazo, y el retorno de las alzas que venían imperando en el medio plazo es ahora la cuestión que los operadores deben plantearse.
Y, desde luego, se trata de una cuestión nada fácil. Si bien hay títulos como BBVA, que sí estarían rebotando justo en zona de soporte, otros han perdido niveles de precio que no debieran haberse cruzado a la baja con esta facilidad. Las contundentes caídas vividas estos últimos días han erosionado considerablemente la confianza que la bolsa española se había ganado tan merecidamente desde julio del año pasado.
Echando un vistazo a la gráfica adjunta, podría mantenerse que el contado del Ibex 35 se gira esta mañana al alza en zona de soporte (la directriz azul que se marca) e incluso es sostenible argumentar que estas sesiones de alocadas caídas no han sido otra cosa que un acelerado pull back a la directriz bajista (línea roja) recientemente superada.
Pero nos van a permitir que intentemos objetivar la cuestión y establezcamos un nivel de precio cuya superación clara y en cierres deje en manos del mercado el veredicto final: si en próximos días se superasen los 8.365 puntos, aceptaríamos retroceso alocado y pasajero como el animal de compañía que nos ha visitado estos días, estableciendo en dicho caso como escenario más probable el de la vuelta de las subidas.
Mientras eso no suceda, el animal que nos acompañará irremisiblemente será el de la desconfianza propia del gato escaldado.
Seguiremos los acontecimientos.
