Anoche, tras el cierre en Wall Street, Cisco presentaba resultados y el valor fue duramente castigado en los after hours, bajando más de un 12 por ciento. Esta mañana ha sido nuestra Telefónica la que ha hecho lo propio, y no parece que las cuentas presentadas hayan sentado demasiado bien al mercado.
Quizá sea más de lo mismo que ayer comentábamos a propósito de nuestro Ibex 35 y de BBVA: en esta castigada Europa periférica las noticias, sean las que sean, son pasadas por el tamiz del sentimiento negativo que preside nuestro mercado.
Técnicamente, no hace mucho planteábamos un debate sobre si debían o no descontarse los dividendos en las gráficas, poniendo a la propia Telefónica como ejemplo de actualidad. Ya entonces, y dando por sentado que el tema no estaba, ni mucho menos, zanjado, afirmábamos que nosotros preferíamos ver las cosas a través de la serie que no se ajusta tras el pago de dividendos, serie que, como ya sabréis, había marcado una clara rotura de la directriz alcita acelerada (línea verde en el gráfico adjunto).
Ese deterioro del aspecto técnico que dicha rotura representaba se ve corroborado esta mañana por la forma en la que el mercado se ha tomado los resultados, al menos en la primera lectura.
El soporte horizontal más inmediato cotiza en el mantenimiento en cierres de los 17,95 euros, cota que quizá tenga relevancia en la sesión de hoy. Más abajo, los 17,50 euros son el siguiente sostén para los precios. Por arriba, hoy mismo ha nacido una resistencia horizontal en la superación en cierres de los 18,30 euros.
Habrá que ver cómo se toma el mercado americano los resultados de Cisco, valor que, al menos en otro tiempo, era considerado como un fiel indicador del devenir del sector tecnológico. Quizá ahora haya sido desbancado en tal cometido por Apple. Pero cualquier excusa puede ser buena para que índices tan exageradamente alcistas como los Nasdaq americanos corrijan adecuadamente lo mucho y rápido que se ha subido estos últimos meses.
Seguiremos los acontecimientos, los de aquí y los de allá.