Si ayer mencionábamos los buenos síntomas que se detectaban en los mercados americanos, hoy toca echar mano de aquel viejo refrán de donde dije digo, digo Diego. Unos pueden verlo como la consecuencia de las bolsas alocadas que vivimos, de la alta volatilidad o simplemente del mal ojo del analista. En cualquier caso, es algo que dejo en manos de los lectores y que tampoco me preocupa demasiado. Lo importante, más que no equivocarse jamás (cosa harto difícil), es saber reconocer a tiempo los errores o los giros del mercado, como quiera verse. Y lo cierto es que echando un vistazo a las gráficas que hoy traemos de los índices tecnológicos americanos, los únicos que no habían dado síntoma alguno de debilidad desde los mínimos de marzo, la conclusión es que se han quedado muy cerca de manifestar deterioro gráfico.
Ambos han dibujado feas velas bajistas que han dejado al precio al borde de perder la directriz alcista que guiaba toda la subida (en el caso del Nasdaq 100 la lupa nos haría ver incluso su pérdida en cierres), esbozando una pauta de doble techo que vendría a confirmarse con la pérdida de las líneas verdes horizontales que se marcan. De acabar corroborándose dicha pauta, las proyecciones gráficas para las cotizaciones estarían en esos huecos alcistas dejados por el camino. Seguiremos los acontecimientos.
Con la volatilidad que tiene el Nasdaq comparado con el Dow y la caida que lleva este, entiendo que es de preveer que ese retraso en la caida del Nasdaq se compensará con creces en una proproción comparable a la relación histórica entre las volatilidades de ambos indices