Cuando un valor que ha perdido lo que lleva de caída ING se permite bajar en una sola sesión más de un quince por ciento, sólo pueden sacarse dos conclusiones:
La primera, que esos papelitos llamados acciones que ya nadie tiene físicamente carecen de valor para el mercado.
Y la segunda, que en la bolsa todo es susceptible de bajar mientras cotice por encima de cero.
Cuando el miedo a perderlo todo se apodera de los operadores, se vende al precio que sea. Esto provoca una reacción en cadena que lleva al pánico. Hay quien dice que justo en esos momentos de pánico es cuando hay que comprar. Yo sostengo que es mejor esperar, más que nada porque siempre cabe que al pánico le suceda el terror.
O el encefalograma plano… ——————-
Lo que me sorprende es lo rápido que va todo…….tendrán prisa por llegar algún sitio……….?
Espero que a capitular.