Jerónimo Martins, el mayor grupo de distribución alimentaria en Portugal y Polonia (así reza literalmente en su página web), ha sido durante mucho tiempo una de las perlas de la bolsa portuguesa y uno de los pocos valores ibéricos capaz de describir una imparable tendencia alcista desde los mínimos de 2009. En tres años, entre marzo de 2009 y abril de 2012, el título pasó de cotizar en las cercanías de los 3 euros hasta llegar a los 16. Algo tiene que haber detrás de una empresa que es capaz de multiplicar por cinco su capitalización bursátil en medio de un escenario duramente bajista en su entorno.
Pero, por muy alcista que se sea, nadie está a salvo de las correcciones. Es más, generalmente estos tramos correctivos suelen ser positivos para la tendencia de fondo, haciendo limpieza de accionistas nerviosos por las plusvalías acumuladas e inyectando savia nueva capaz de emprender, llegado el momento, la tarea de retomar la tendencia alcista previa.
Si desde un punto de vista tendencial sólo podremos dar por terminada esta onda correctiva cuando se vean cierres que superen claramente la zona de los 15,10 euros, en el corto plazo son otros los niveles que pueden darnos juego.
A finales de abril el valor cayó con cierta fuerza y con abundante volumen, dejando tres huecos bajistas sucesivos en la gráfica diaria. Precisamente el primero de ellos se inició en esos 15,10 euros que ahora señalamos como la gran resistencia a batir.
Pero sabemos que esos huecos bajistas suelen provocar una atracción especial para los precios, aunque luego éstos se muestren incapaces de superarlos. Por tanto, siempre que se respete el soporte de corto plazo que cotiza en el mantenimiento en cierres de los 12,50 euros, y una vez que veamos al precio superar esa directriz bajista roja que se marca en la gráfica adjunta, cabe establecer como escenario más probable para el corto plazo el ver a la cotización dirigirse camino de la banda de precio que va de los 14,50 a los 15,10 euros.
Habría, cumplidas las premisas expuestas, al menos un euro que marcar como objetivo de ganancia. Si después las resistencias caen y el precio se decide a adentrarse de nuevo en la subida libre, más allá de los 16 euros, mejor que mejor.