La bolsa española juega sus minutos de la basura

Los pocos operadores que hoy decidieron darse una vuelta por el mercado español lo hicieron con el propósito de vender. Usando un símil deportivo, podríamos decir que estos días que restan para acabar el año constituyen los minutos de la basura de un partido ya decidido. Y los suplentes no parecen estar por la labor de tirarse al barro de las compras.

Decían esta mañana que las ventas, con un escasísimo volumen, obedecían a la subida de tipos en China. Yo más bien creo que simplemente se han debido a la inercia de debilidad que todavía gravita sobre nuestro mercado. De hecho, no parece que a estas horas de la tarde la noticia referida haya causado demasiado revuelo en Wall Street.

Si bien la escasa negociación que nos acompaña, y que nos acompañará en lo que queda de semana, resta relevancia a cualquier ruptura que pueda producirse, lo cierto es que con estas bajadas parece alejarse la confirmación de lo que parecía una pauta de hombro-cabeza-hombro invertido en ciernes (en el Ibex y en los dos grandes bancos) y vuelve a tocar mirar hacia los soportes más cercanos.

La gráfica diaria de BBVA que adjuntamos muestra claramente lo dicho: esa línea naranja constituía la línea clavicular de la formación que mencionamos. Su superación bien hubiera supuesto la señal del inicio de un nuevo viaje al encuentro de la directriz bajista que supone la línea roja. Ahora, y aunque no descartaríamos ver mañana desandar  al alza buena parte del camino que hoy hemos andado a la baja, esa posibilidad se aleja y la zona de los 7,59 euros vuelve a ponerse de rabiosa actualidad. Por ahí cotiza en precios de cierre el soporte horizontal más cercano.

La bolsa española disputa los minutos de la basura de un año que se agota y seguramente hay cosas mejores que hacer estos días que jugarse los cuartos a estas alturas del partido.