Tanto el Dax alemán como el CAC francés han conseguido en estas últimas jornadas aguantar sobre los soportes que constituyen las directrices que marcamos en azul en las gráficas adjuntas (pulsa sobre las mismas para obtener una vista detallada) y que vienen a suponer el sostén que mantiene el pulso alcista en el medio plazo.
Con esta prueba de fortaleza alcista, que a fin de cuentas es lo que viene a constituir siempre el triunfo de un soporte relevante que es puesto a prueba, la bolsa europea vuelve a marcar diferencias con la española, especialmente castigada por el mal comportamiento en el corto plazo de sus valores directores.
Con un gran soporte de corto plazo en los 7.600 puntos del Dax y otro en los 3.600 del CAC, la búsqueda de nuevos máximos relativos sería la opción más plausible para el futuro inmediato, lo que en el caso del índice alemán coincidirá con la tarea de acercarse un poco más a sus máximos históricos.
Seguiremos los acontecimientos.