En un reciente análisis marcábamos como escenario más optimista aquél en el que la cercanía del S&P 500 a la zona de soporte que cotiza en los 1.080-1.100 puntos podría posibilitar un rebote en el índice americano, lo que traería como consecuencia el dar fuerzas a los alcistas en la bolsa española, haciendo tal vez posible la tarea pendiente que supone superar la zona de los 8.800-8.850 puntos del Ibex 35.
El S&P 500 ha rebotado donde debía hacerlo y parece que por estos lares se ha notado el efecto colateral que señalamos. Falta ver al índice neoyorquino atacar y superar su particular resistencia en la zona de los 1.230 puntos. Sólo entonces podremos afirmar que la corrección iniciada en julio ha dejado de ser potencialmente peligrosa, convirtiéndose en un típico retroceso en el seno de una tendencia alcista de fondo.
Para entonces, si las correlaciones funcionan, lo lógico será ver al Ibex 35 más allá de la resistencia de los 8.800 puntos, encarando quizá la siguiente barrera bajista que habita en los 9.260-9.270 puntos.
Seguiremos los acontecimientos.