Cuentan los de Morgan Stanley que la bolsa española puede ser la sorpresa positiva de Europa en 2011. No olviden este dato, son gente altamente fiable estos gurús de Morgan Stanley. Y si no me creen, quizá convenga recordarles que son los mismos que hace unos meses estaban al borde de la mayor pérdida en la historia del capital riesgo inmobiliario; o los que en julio nos decían que lo del riesgo país, aplicado a España, era ya algo superado; y, por supuesto, los mismos que anunciaban su deseo de devolver las ayudas gubernamentales recibidas para tapar algún que otro agujero mediante una altruista ampliación de capital.
Decir que España será la mejor apuesta bursátil en 2011 es tanto como decir que el 15 de abril de ese mismo año lloverá. Se trata de una afirmación bastante gratuita, máxime si tenemos en cuenta la larga serie de condicionantes que colocan en la letra pequeña.
Deja cierto tufillo este tipo de aseveraciones en el ambiente a esa manida idea que defiende la compra de los activos más castigados, jugando con la posibilidad de que, tarde o temprano y aunque sólo sea por hastío bajista, la tendencia se invierta.
Es posible que el mercado les acabe dando la razón. De hecho, también nosotros somos capaces de afirmar a estas alturas que, si los temores y expectativas negativas que ahora mismo pesan sobre España se acaban diluyendo, nuestro mercado será una buena apuesta. La cuestión es cuándo debe hacerse esa entrada: ¿compramos en enero, en marzo, en mayo, o mejor en septiembre? Porque comprar en enero a 9.000 y ver cómo la sorpresa se concreta en junio, cuando el Ibex anda, por suponer, en los 6.000 puntos, puede resultar no tan positivo.
Que la sorpresa positiva llegará es algo plausible. Que es muy conveniente esperar a que la misma se concrete para actuar en consecuencia es algo recomendable.
Nuestra bolsa sigue teniendo, a día de hoy, mucho peligro, y el hecho de que, ciñéndonos al corto plazo, tanto el Ibex como los dos grandes bancos se encuentren en zona de soporte no nos dice nada. No hace mucho, cuando el Ibex andaba luchando por no perder los 9.800 puntos, también hubo una coincidencia de nuestros protagonistas en zona de soporte, y ya saben cómo acabó la cosa.
Sigamos objetivando el día a día, que no es poco.
Pos hombre, si no rebotan el SAN y el BBVA lo harán un poco más abajo y volverán a los niveles actuales, así que ir tomando ya posiciones no es ninguna locura.
Hoy están los bancos rebotando con fuerza. Supongo que tienen los días contados. Claro que a lo mejor éste ya no es el rebote, sino el inicio del tramo que nos lleve a los 15 euros.
¿Quién sabe? ¿No se encarga el mercado de hacer lo contrario de lo que esperamos de él?
Buen día, amigo.