Anoche nos preguntábamos si la banca española había elegido un buen momento para dar una señal alcista. Esas envolventes alcistas que, de forma generalizada, dibujaron en la sesión de ayer los bancos indexados en el Ibex 35 quizá tengan que compartir escenario en el muy corto plazo con una lógica onda correctiva en los mercados que estos últimos meses han desarrollado impresionantes movimientos alcistas.
Los índices directores de Wall Street, concretamente el S&P 500 y el Dow Jones Industrial, cerraron ayer por debajo de las directrices alcistas que servían de suelo a los canales que marcamos con líneas azules en los gráficos adjuntos. Desde luego, se trata todavía de una rotura nada espectacular, pero no deja de ser un hecho de cierta relevancia si tenemos en cuenta que es algo que no había sucedido en los últimos dos meses y medio.
Ya hemos mencionado que esta corrección no es, en principio, más que un lógico retroceso dentro de una acelerada tendencia alcista en el corto plazo. Son muchos los operadores con plusvalías latentes, importantes en algún caso, y, al mas mínimo amago de bajadas, puede iniciarse una cascada de ventas (cierre de largos). Lo que distingue a un retroceso correctivo de un cambio de tendencia es que, en algún momento y seguramente coincidiendo con un nivel de soporte relevante, los precios volverán a tirar para arriba con fuerzas renovadas. Si esos soportes relevantes se pierden, habría entonces que concluir que estamos ante un cambio de tendencia en toda regla en el corto plazo.
Distinguir, a estas alturas de la película, entre uno y otro es imposible, o al menos lo es para nosotros, máxime cuando aún no se han puesto a prueba las primeras líneas relevantes de defensa dejadas por los alcistas, y que en el caso del S&P 500 cotizan en la zona de los 1.170 puntos (primera línea verde horizontal en el gráfico). Incluso, si el calado de la corrección decide ser de mayor profundidad, no nos preocuparíamos en exceso hasta no ver perder de forma solvente la zona de los 1.150 puntos.
Hay síntomas que apuntan a una continuidad correctiva en el muy corto plazo. Se aprecia cierto aroma en el ambiente a cierre de largos en los activos que han tenido un excelente comportamiento en los últimos meses. Además de los índices bursátiles expuestos, el oro (en general todos los metales) y el cambio Dólar Australiano/Dólar Estadounidense (un excelente indicador de la tendencia bursátil) también nos dejan series cortoplacistas en las que se muestra ese cierre de posiciones compradoras que comentamos.
Quizá la pata que le falte a este banco pase por la continuidad en el rebote que se ha visto esta semana en el Dólar y en su cambio frente a las principales divisas. Pero de eso ya nos ocuparemos en otro momento.
Seguiremos los acontecimientos.