En la bolsa, como en la vida, pretender consolarse de las desgracias propias pensando que hay muchos otros tan afligidos o más que nosotros es algo que no suele funcionar demasiado bien. Por muy solidarios que seamos y por mucha empatía que queramos darle a nuestra existencia, el dolor en las carnes propias siempre duele de una forma diferente.
Por eso, pretender consolar a los sufridos accionistas del sector bancario español con la contemplación de las gráficas que adjuntamos, de dos gigantes de la banca francesa como son Crédit Agricole y Société Générale, es un propósito inútil al que renunciamos desde ya mismo. Eso sí, al menos puede servirnos para tener una idea más clara del alcance de esta crisis financiera que aún atenaza a nuestro país y que igualmente sufren los bancos de otras latitudes.
De hecho, el peso del sector bancario en el índice director de la bolsa parisina, el CAC 40, es también considerable y buena prueba de ello es que su aspecto técnico no sea mucho mejor que el de nuestro Ibex 35.
En cuanto a los ejemplos elegidos, decir que ambos bancos del país vecino luchan en el último año por superar las resistencias que suponen, para el caso de Crédit Agricole, esa línea verde que se marca en la zona de los 6 euros, soporte perdido que ahora ha intercambiado su papel respecto al precio por el de barrera para futuras recuperaciones. Por su parte, Société Générale sigue atrapada en ese rectángulo cuya base cotiza en los alrededores de los 15 euros y cuyo techo cuesta unos 26.
El mercado, el global, sigue teniendo muchas dudas sobre los bancos, ya sean los de la España que tan poco gusta a Romney, los de Francia o los del otro lado del Atlántico.