Perdonen si les parece algo burdo el juego de palabras que hemos empleado para dar título a este análisis y que tiene que ver con la cansina publicidad de una conocida tienda de electrónica, pero es lunes y quizá no demos para mucho más. En cualquier caso, ese «yo no soy alcista» resume bastante bien nuestra visión del valor. A día de hoy, ni nos gusta la gráfica, ni nos gusta el sector.
Un valor bajista en todos los plazos y que lleva más de un año prisionero de ese canal que definen las líneas rojas en la serie adjunta, el cual no ha sido capaz de emular las verticales subidas que este verano se han visto en buena parte de los valores nacionales, no es un activo que invite demasiado al optimismo.
A mediados de septiembre, el título intentó superar al alza ese canal lateral-alcista que definen las líneas azules. Pero los bajistas, dueños de la situación, pusieron en su lugar a la cotización al menor roce con la bajista que sirve de techo al canal rojo.
Mientras sean las líneas rojas las que manden, poco más hay que decir y nada especialmente bueno puede esperarse. Si el escenario técnico cambia, nosotros cambiaremos también nuestra opinión.
