Ni los buenos resultados de Apple son capaces de mantener la tensión alcista del Nasdaq 100. Y es que a estos niveles de precio, y sin haberse hecho una renovación de sangre, pesa más el miedo a perder lo ganado que la creencia en plusvalías venideras.
Técnicamente, la envolvente alcista que vimos en la sesión de ayer en los cfd´s sobre los índices americanos tiene, aunque parezca una contradicción, posibles implicaciones bajistas, precisamente por haberse producido en zona de máximos.
Pero eso es rizar mucho el rizo. Yo prefiero establecer un nivel de precios: los mínimos del día dos de octubre, que en este caso equivalen a los 1.650 puntos, y dejar que el mercado haga lo que mejor le parezca. Mientras esos niveles no se pierdan en cierres, aquí no hay síntomas de debilidad alcista y la hipótesis más probable, con sus lógicos vaivenes, pasa por la continuidad de las alzas.
Si, por el contrario, los mínimos de ese día se acaban perdiendo en los índices directores, el panorama cambiaría y tendríamos ocasión de hablar de ello larga y cumplidamente.