Volvemos a fijar la mirada en este valor de mediana capitalización y lo hacemos para reiterar cómo la gráfica sigue marcando perfectamente los tiempos que deben llevar al precio a enfrentar, más pronto que tarde, la gran banda de resistencia que cotiza entre los 18,45 y los 19,85 euros. Esa banda amarilla más ancha que se marca en la serie adjunta parece el destino inevitable para la cotización en el corto plazo. Lo que suceda una vez que los alcistas hayan conseguido llegar hasta ese campo minado dejado por un espeluznante hueco bajista será digno de ser contado en su momento.
Hasta ahora, no hay nada que objetar a la forma en la que se está desarrollando la recuperación alcista. Superada la banda de resistencia que habitaba entre los 14,45 y los 14,75 euros (banda amarilla inferior), la misma actuó como soporte para el posterior pull back. El siguiente impulso alcista pudo con la bajista roja e incluso hizo saltar el techo de ese incipiente canal que definían las líneas azules. Y justo el techo de ese canal ha sido el que ahora ha servido como punto de apoyo en el reciente retroceso. Desde ahí parece que hemos iniciado una nueva onda al alza que quizá sea la que definitivamente se interne en esa tierra peligrosa que supone la resistencia con mayúsculas que hemos citado.
El comportamiento del volumen, el único indicador al que por aquí concedemos crédito, se muestra concordante con la continuidad de las subidas, acompañando con alegría a las velas alcistas y retrayéndose en los días de caídas.
Seguiremos los acontecimientos.