El valor, que consiguió pasar de puntillas sobre los cristales rotos de los años bajistas con que se inició el milenio, acabó sucumbiendo estrepitosamente a la baja años después. La caída desde las proximidades de los 15 euros hasta por debajo de los 5 del viernes pasado demuestra que no hay nada seguro bajo el sol, y menos aún sobre el parqué. Dicho más castizamente, a este título pata negra también le llegó su particular San Martín.
La envolvente alcista vista en la sesión de hoy debe dar paso a señales más contundentes para hacernos creer que toca rebotar. Para convencernos de que ha llegado el momento de gastarse un dinero en el lado comprador, deberá antes superar un par de resistencias que tiene en el camino más inmediato: la primera, cerrar por encima de los 5,25 euros; y la segunda superar también en cierres la cota de los 5,50 (antiguo soporte que ahora debiera constituir una resistencia para el precio).
Cumplidas esas premisas, y con la vista puesta como stop de protección en el soporte que constituyen los mínimos del viernes, volveremos a hablar de este banco.
