Hoy ha vuelto a haber cierto runrún en el mercado sobre las dudas que genera la deuda soberana portuguesa. No sabemos si se trataba de algún intento malintencionado de tirar hacia abajo de las cotizaciones, buscando el efecto contagio. Lo cierto es que la idea no parece haber cuajado en los mercados, visto lo visto. Aun así, ha sido suficiente para hacer que, en un día de bolsas alcistas a ambos lados del Atlántico, el índice director de la bolsa lusa haya acabado con leves pérdidas.
Pero no es éste el tema que hoy nos ocupa. Lo que pretendemos es simplemente mostrar cómo en un mercado tan débil técnicamente como el portugués, un valor incluído en el PSI es capaz de mantener un aspecto tan impresionantemente alcista desde marzo de 2009 para acá como el que presenta Jerónimo Martins.
Mientras el PSI 20 tiene pendiente de resolver esa cuña que forman las líneas azul y naranja del gráfico adjunto, cuña alcista con teóricas implicaciones bajistas para la cotización, Jerónimo Martins respeta sus directrices alcistas de forma impoluta. Tanto es así que, en un escenario general de subidas bursátiles, lo lógico sería ver al valor romper al alza el techo de ese canal de líneas verdes y dirigirse a buscar la parte alta del canal de líneas azules.
Quizá ese escenario de bolsas mundiales al alza, caso de acabar cuajando, también ayude al propio índice a romper la cuña que mencionamos por arriba. Pero incluso en ese caso, no me negarán que es preferible jugarse los euros en la versión alcista del mercado.
Mirlo blanco o perla negra, lo cierto es que toda regla tiene su excepción. En un mercado bajista y seriamente tocado, podemos admirar un valor alcista que derrocha fortaleza.