Si algo positivo se le puede ver a este crash vivido por los mercados españoles en el último mes, eso es, sin duda, el que esta aceleración bajista ha llevado a multitud de valores a los niveles que se entenderían como adecuados dentro de un escenario correctivo de todo lo subido desde marzo del año pasado. El vértigo bajista no sólo ha dibujado ya lo que sería una corrección proporcional, sino que además ha dejado a la generalidad del mercado en zonas de soporte importantes en términos de medio plazo.
En principio, estos argumentos podrían servir para lanzar la idea de que estamos ante una oportunidad inmejorable de comprar: se ha realizado la corrección pendiente, se ha limpiado la tendencia alcista de medio plazo y tenemos a los valores cercanos a soportes que nos proporcionan stops cercanos y una excelente ecuación riesgo-rentabilidad. ¡Qué más podemos pedir!
El pasado nos enseña que todo lo que cotiza por encima de cero es susceptible de seguir bajando y que conceptos como barato, rezagado o excesivamente castigado no siempre son buenos consejeros en esto de la bolsa. Es cierto todo lo dicho antes, incluyendo la inmejorable oportunidad de trading que ahora tenemos, pero también lo es que otros mercados, como los americanos, podrían sentir la tentación de profundizar en lo que para ellos aún es una tímida corrección. Y, lo que es más importante, no estoy muy seguro de que todos los que lean esto estén dispuestos a ser disciplinados en el uso de los stops de protección si, llegado el caso, nuestro mercado decide continuar con las caídas en busca de niveles inferiores.
En el caso que nos ocupa, las caídas verticales han llevado a Repsol justo al soporte horizontal de los 15,80 euros, y muy cerca del soporte con mayúsculas en los 15,60 euros en cierres, nacido tras el hueco de escape alcista de mediados de julio. Si en próximos días vemos cierres por encima de los 16,45 euros, la jugada compradora con stop en los niveles indicados parece clara.
Otra cosa es que con ello se pueda dar por acabado el peligro de la continuidad bajista. En nuestra opinión, el valor debería conseguir cierres diarios por encima de los 17,50 euros para poder pensar que lo peor ha pasado ya y que el escenario correctivo ha acabado. Precisamente esas compras cortoplacistas de trading a las que el mercado parece invitarnos tendrían en esta resistencia su objetivo y quizá su fin.
Aquellos operadores que prefieran vivir el mercado con una mirada tendencial y sin tener que mirar la pantalla de cotizaciones varias veces al día seguramente deberían esperar a ver la superación de niveles como el indicado en los 17,50 euros para volver a entrar en el lado comprador.
