El 16 de abril de 2012 la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, siguiendo una amplia tradición de pintoresco populismo entre los gobernantes de ese país, anunciaba en una rocambolesca rueda de prensa su intención de nacionalizar (creo recordar que la eterna viuda empleó el término “recuperar”) la participación que la petrolera española Repsol tenía en la argentina YPF. Todavía está por ver si esta “recuperación” impuesta por un decreto de necesidad y urgencia conllevará algún tipo de reparación para la compañía española.
El agujero que semejante decisión causaría en las cuentas de Repsol quedó gráficamente expresado en la sesión bursátil del día siguiente. Echen un vistazo a la gráfica que se acompaña y observen el tremendo hueco bajista con que se abrió ese día. La constructora Sacyr, con una importante participación en la petrolera, sufrió su particular efecto colateral y también dibujó aquel día un significativo gap bajista.
Huecos de esta relevancia son un filón para los analistas técnicos. Sabemos, porque la experiencia así nos lo ha demostrado una y otra vez, que estos huecos a la baja se convierten en sirenas que atraen irremisiblemente al precio hacia ellos (el llamado efecto atracción) para después impedir que la recuperación alcista prosiga y hacer retroceder a la cotización (el efecto resistencia).
Esas dos bandas amarillas que marcamos en las series adjuntas han demostrado cumplidamente que la teoría chartista tiene la mala costumbre de verse reflejada en la práctica. Han atraído a los precios y han actuado como potentes resistencias.
En el caso de Repsol, hace sólo unos días se rozó la superación de esa barrera dejada por el caso YPF en el cruce al alza de forma solvente y en cierres de los 17,50 euros (concretamente, el cierre previo a la noticia de la expropiación se produjo en 17,48 euros). Sacyr, por su parte, tiene la resistencia a batir en la superación de los 2.01 euros.
La sombra de aquella arbitraria decisión es alargada, pero hay que seguir intentándolo. De momento, Repsol ha rebotado hoy justo en el soporte dejado por el hueco alcista con el que comenzaba el año (banda amarilla inferior en la gráfica) y que cotiza en el mantenimiento en cierres de los 15,34 euros. Algo es algo.
Seguiremos los acontecimientos.