El viernes pasado ya poníamos tras la pista del valor en el programa de radio de Mercado de Capitales y hace un par de días desgranábamos en un comentario buena parte de nuestra visión sobre el valor. Las tendencias nacen, crecen, se reproducen y, finalmente, mueren, dando paso a una tendencia de sentido contrario. Ha sido así desde que alguien inventara un mercado organizado en el que las cotizaciones se mueven por la libre ley de la oferta y la demanda y seguirá siendo así mientras esa libertad siga vigente. Unos dedican media vida a escudriñar los motivos por los que el precio se mueve en un determinado sentido. Otros hemos consagrado la vida entera a seguir únicamente ese sentido, sin importarnos demasiado las razones.
Si decimos que Sacyr es posiblemente el valor más bajista de nuestro Ibex 35 no descubrimos nada. Igualmente, si declaramos que, por más que el valor pudiera multiplicar por tres su cotización en próximos meses, seguiría manifestando una estructura de largo plazo bajista, tampoco nos hacemos merecedores del Nobel. Pero una cosa es teorizar y otra muy distinta estar dispuesto a ver cómo pasa una hipotética revalorización como ésa delante de nuestras narices y no hacer nada.
El volumen se está moviendo en el título, hay una toma de posiciones por parte de lo que parece dinero alcista, y eso es un dato que no conviene despreciar. Técnicamente, como mínimo, le exigíamos al título superar en cierres los 7,15 euros y ver un solvente cruce al alza de esa directriz bajista roja. No sé si nos leen, pero el cierre de hoy ha quedado por ahí justo.
El hueco dejado hoy tiene buena pinta y nos brinda un soporte (stop) relevante para la operativa en el mantenimiento en cierres de los 6,65 euros. Si no queremos que la ecuación riesgo-rentabilidad se nos vaya de las manos, mañana mismo podría ser un buen día para entrar largo con ese stop marcado a fuego. Para los que mediten más las cosas, quizá prefieran esperar al cierre, sobre todo porque subidas tan pronunciadas como la de hoy suelen generar sesiones posteriores en las que los operadores nerviosos sueltan lastre. Puestos a pedir, un retroceso con poco volumen a la banda de precio dejada por el hueco de hoy nos daría el momento ideal para una entrada, aunque las cosas no tienen que producirse siempre como queremos.
Queda un poco en manos de cada uno el subirse al carro sin mirar atrás o esperar eventuales retrocesos. Lo que sí debe estar claro es el innegociable nivel de stop de una operación compradora, y que cotiza en los mencionados 6,65 euros.