Cuando un valor bajista presenta resultados, lo más normal es ver cómo el mercado hace una lectura negativa de las cuentas, propiciando caídas que, como hemos visto estos últimos días, pueden llegar a ser verdaderamente sangrantes. Y hoy le ha tocado el turno a Sacyr Vallehermoso: los resultados publicados ayer al cierre han hecho que el título abra hoy con hueco de apertura bajista.
No podemos decir que el asunto haya sido una sorpresa mayúscula. Si la tendencia de fondo ya deja claro lo poco que gusta la compañía al mercado, la sucesión de velas bajistas dibujadas en lo que llevamos de noviembre (y que han hecho que el precio cruzara a la baja esa directriz alcista nacida con los mínimos de julio) ya nos da una idea de que había quien barruntaba que los resultados no iban a gustar demasiado. Es una forma suave de decir que, seguramente, la información privilegiada ya había hecho su trabajo.
Técnicamente, recordarán nuestros lectores cómo en su momento le impusimos al doble suelo dibujado a lo largo del verano la prueba del nueve de superar la resistencia dejada por el significativo hueco bajista del 17 de abril (banda amarilla superior). Sólo concederíamos cierta virtualidad a la formación alcista de doble suelo (toda la que se puede conceder a pautas alcistas de corto plazo en una serie extremadamente bajista) si esa barrera caía.
Los destinos del chartismo quisieron que coincidieran en el tiempo el inicio de la corrección que aún atenaza a los mercados en general y el enfrentamiento por parte de Sacyr de esa resistencia. El resultado queda convenientemente expresado en la gráfica.
Ahora, las zonas de soporte que pueden parar las bajadas cotizan en los 1,21 euros, la más próxima, y en los 1-1,05 euros, nivel en el que los bajistas se frenaron en mayo y julio pasados.
