Ciertamente puede parecer una incongruencia, pero el valor ha necesitado perder una directriz alcista para acabar dando lo que, en mi opinión, es una señal de entrada. Este tipo de afirmaciones son las que seguramente den motivos a más de uno para aborrecer el análisis gráfico, aunque quizá después de leer las explicaciones que siguen y echar un vistazo al gráfico decidáis ser algo más benévolos con el chartismo.
Llevábamos ya unas sesiones comentando cómo encontrar una puerta de entrada en un valor que, como Santander, dibuja una impecable tendencia alcista de corto plazo. Y resulta que esa directriz que guiaba ese movimiento (la azul más fina) es perforada a la baja. Ya dijimos en nuestro anterior análisis que ello no era motivo suficiente para el pánico, y que había importantes niveles de soporte horizontal que podrían hacer su labor de freno. Y eso es lo que ha sucedido: el precio ha rebotado desde soportes, cruzando al alza la directriz bajista roja de muy corto.
Justo ése es el hecho que nos hace creer que el valor va a reiniciar un nuevo tramo al alza: la rotura de la bajista que guiaba este último tramo correctivo. Si a ese convencimiento, le unimos la proximidad del stop de protección que aplicar a cualquier estrategia compradora cortoplacista, y que estaría en cierres por debajo de los 12,95 euros, la conclusión no puede ser otra que el momento idóneo que el título presenta para las compras.
Redibujamos el canal alcista con las líneas azules más oscuras y estaremos atentos al eventual encuentro del precio con la línea verde superior, momento en el que nuestra estrategia se sometería a la verdadera prueba del nueve.
